En la subida al Gurugú , muy cerca del Palacio de Festivales se encuentra este curioso parque cuyo artífice es uno de sus vecinos, el marino " Gringo" que ha dotado a este rincón de Santander de una gracia especial. Los árboles y el banco se hallan pintados de colores, las plantas están decoradas con guirnaldas y todo el parque está salpicado de motivos marineros.
Merece una visita por lo sorprendente del lugar
Merece una visita por lo sorprendente del lugar